viernes, 28 de octubre de 2011

Gemelitud del Cielo y la Tierra (Dani Golem)



Gemelitud del Cielo y la Tierra;
Contradicción capitalista y coherencia revolucionaria.


Reflexionar con respecto a nuestras acciones, si se condicen o no con nuestros principios, nos llevará fácilmente a una multitud de contradicciones. Como dos movimientos inversos, dos cuerpos gemelos experimentando la musicalidad del caos, se separan como después de un gran choque. El primero cierra los ojos, y cree elevarse hacia el principio de todo, como sujetado por angelicales querubines, se eleva hacia el cielo. Poco a poco observa que sus pies se desprenden del suelo, traspasando las copas de los árboles, a lo lejos se comienzan a ver cada vez mas pequeñas las luces de la sucia ciudad. El viento corre cada vez más fuerte por entre su cuerpo calando sus cerrados poros, como purificándolo de todos aquellos recuerdos que ataban su alma al cuerpo, como suspendido… casi la plenitud de la muerte pero mas que nunca la vida. Cada vez mas lejos de la tierra, piensa -¿podré convertirme en un dios, y contemplarlo todo desde el cielo? Él quisiera por siempre descansar sobre las nubes, en la musicalidad del viento y a la luz de las estrellas, alimentado por aquellos seres divinos que además le daban de beber de sus siete copas.

El otro cuerpo gemelo lo mira desde la tierra sin quitarle la vista, como queriendo ascender junto con él, como queriendo purificarse como él, pero en cambio sus pies comienzan a hundirse en la tierra como si esta quisiera devorarlo. La tierra se abre bajo sus pies, las grietas lo llaman con su estruendo, con su oscura musicalidad demoníaca. Los árboles a su alrededor comienzan a tornarse gigantescos. Las raíces de aquellos árboles parecen enredar sus pies, y jalarlo hacia el abismo. Al dividirse la tierra bajo sus pies, entre el ensordecedor crujir de los árboles en movimiento de vaivén y el poderoso paso de los animales corriendo y gimiendo de un lado a otro, aun puede divisar a su gemelo del cielo posado sobre la nube. Ya tiene más de la mitad del cuerpo hundido en la tierra, y aferrándose como puede a la tierra misma, con las yemas de sus dedos sangrantes comprende el movimiento inverso de su caída. –No es mi naturaleza caer hacia el cielo…, debo entregarme y volver a la tierra-. Por fin la tierra se abre completamente. El gemelo de la tierra ya solo se sostiene con una mano desde una gran raíz que pende de un árbol, al cual alcanzó a sujetarse. Y no era la luz bajo sus pies, ni siquiera el fuego, sino la espesa oscuridad infinita de un pozo sin fondo. La tierra brama a su alrededor. Mira por última vez a su gemelo sobre la nube acompañado por aquellos seres angelicales. Ahora por fin vuelve a mirar bajo sus pies… y ya no es el miedo, pues si debiese tener ese destino por naturaleza, él debiese encontrarse con su propio destino, en movimiento de caída. Por fin se deja caer en la profunda oscuridad…

El gemelo del cielo, que de alguna forma creyó en la plenitud divina de quien contempla desde las nubes, y que miró a su gemelitud quedarse en la tierra, sin prestarle mucha atención en un principio, maravillado por el hermoso paisaje que se tejía bajo sus pies, pudo contemplar el momento preciso de la caída por un instante, pero luego solo pudo perder la figura de su gemelitud en la espesa oscuridad.
Se podría decir que el gemelo de la tierra sintió la pérdida de su gemelitud pues después de todo el uno parecía distanciarse del otro, desde sus propias perspectivas.
El gemelo del cielo guiado por caballos celestiales y angelicales fue también arrojado a su destino del cielo… miró hacia el cielo, así como su gemelitud la oscuridad infinita. Pero cada vez más soledad, pero cada vez más cerca del principio la nada, al punto de ya no poder distinguir algún ser de la nada misma, a pesar de toda luz, la soledad de la oscuridad, como si el cielo se cerrase sobre si mismo, le pareció mas bien una cárcel. Mientras tanto el gemelo de la tierra caía sobre el pozo sin fondo. Cayó y cayó, en una variación infinita de sí mismo, al punto de tener control absoluto de su voluntad, de una voluntad que poco a poco se tornaba en tranquilidad placentera. Su vida paso ante sus ojos, pero también la vida de todos los hombres que habitaban sus pensamientos. Ya nunca más estaría solo, pues la unidad de su conciencia se rompió en miles de voces y resonancias cosquilleantes. Pudo sentir cada latido de la profunda tierra, cada afecto, cada pasión desbordada en una multitud de demonios alados, que lo llenaban de placer, cada vez más, pero de un placer que poco a poco se volvió insoportable.

Y ocurrió lo lamentable: el gemelo del cielo murió de soledad pues los seres angelicales, o bien lo abandonaron, o no pudieron elevarse como él hasta el principio del todo. Murió de hambre, sed y frío, pues a pesar de aquella experiencia sublime, simplemente era un cuerpo mas en la infinidad del caos, un cuerpo que sin esos seres angelicales para protegerlo y alimentarlo no era mas que un átomo suelto perdido en el cosmos. A su vez, el gemelo de la tierra, al no poder comunicar tanto placer a otro cuerpo, al no poder proyectar el canto de su interior, fue destruido por los demonios alados, literalmente devorado vivo por ellos. El placer se volvió insoportable para su cuerpo que estallo en mil pedazos.

Mientras que el gemelo del cielo logró conocer la soledad de dios, el gemelo de la tierra conoció, en la comunidad con los demonios, el limite de su humanidad. De esta forma, se encontraron en contradicción, en relación dialéctica irreconciliable. El gemelo del cielo nunca dejó de mirar al cielo, incluso en su último respiro, como buscando ciegamente una suerte de destino final. Lo propio hizo el gemelo de la tierra, fascinado de tanto placer se vicio del pozo sin fondo, cada vez más lleno de placer hasta que su cuerpo no soporto más.

Ese fue el resultado de las acciones contradiciendo a los principios, y viceversa, la multitud de contradicciones y la muerte en uno mismo. Dos movimientos en dirección inversa, incoherentes el Uno del Otro. Por esto, no es insensato pensar que esta gemelitud, inherente al ser humano, hubiese encontrado su transformación absoluta y su divina providencia en la <> de la adopción de lo cotidiano, como <>, en nuestra sangre y tierra, es decir, de nuestro linaje al principio: a nuestra madre tierra. Otra historia contaría… Por el contrario, en esta historia, el plano trascendental capitalista de representaciones ilusorias opera la separatividad por la distinción, desplazamiento y soledad de los gemelos: principios que no se condicen con nuestra cotidianidad. Esta forma de contradicción conjurada por los publicistas y sus mercancías pone en juego -por medios sediciosos-, la adopción de necesidades innecesarias, de deseos obsesos de muerte, por el espectáculo de estilos de vidas burgueses-capitalistas que son tomados por principios de placer, dando la espalda a lo verdaderamente importante, en funestos principios orientados por ilusiones del capital, lejos de uno mismo y nuestras necesidades reales (la necesidad de construir colectivamente alternativas no capitalistas, no autodestructivas). De aquí la contradicción. Las mercancías orientan nuestras acciones hacia un horizonte que cada vez se desplaza mas hacia una infinita oscuridad que siempre pospone la satisfacción: el producto será consumido, mientras que la felicidad que promete será perpetuamente desplazada hasta la muerte. Contradicción e Insatisfacción. …¿Que significa lograr la coherencia frente a tal contradicción? Sin duda, la clave consiste en ¡¡¡Armonizar la gemelitud!!!: Si los gemelos no hubiesen perdido la esperanza de encontrarse en la oscuridad de su separatividad, si el cielo hubiese vuelto sus ojos a la tierra, y la tierra al cielo, es decir, la sangre a la tierra y la tierra a la sangre, no hubiese importado el arriba y el abajo. Y en la plena oscuridad y soledad, el gemelo del cielo -elevándose pero nunca perdiendo sus ojos de la tierra-, hubiese chocado de espaldas con el gemelo de la tierra -cayendo pero mirando hacia el cielo-, como si el cielo subiera por la tierra, y la tierra descendiera por el cielo.

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Cuadernos de Negación N.1



Este primer cuaderno: TRABAJO COMUNIDAD POLÍTICA GUERRA presenta la traducción y adaptación del comic publicado por la página www.prole.info, adaptación solo gráfica para reducir la cantidad de páginas, manteniendo el texto completo con el agregado de una presentación a los cuadernos + los textos: “Contra la democracia” y “¿Proletariqué?”.

Contenido:
▪ Presentación
▪ ¿Proletariqué?
▪ Trabajo Comunidad Política Guerra.
- Trabajo.
- Anti-trabajo.
- Comunidad.
- Anti-comunidad.
- Política.
- Anti-política.
- Guerra.
▪ Contra la democracia.

http://www.mediafire.com/?bzdywzvpje9q61d

# El Surco N.30 Octubre - Periódico Mensual Anarquista‏




El Surco, nº30, Octubre 2011
Editorial: Dos mil no son nada
- Entre el silencio mediático y la radicalización: Crónica del movimiento estudiantil secundario tras 5 meses de lucha. (Reportaje elaborado a partir de tres entrevistas, dos a compas en liceos tomados en Puente Alto y Quinta Normal y al vocero nacional de la ACES)
- Nuestras sabinas (sobre compañeras presas)
- El Surco y un breve paso por Concepción
- El Caso Lof Yeupeko Catrileo: la libertad
- ¿Existe un surrealismo que no sea libertario?
- Radioemisoras libertarias
- Solidaridad con los presos de la agitación social
- El ciudadano metido en el estudiante y el ilegalista que se asoma
- Cómo cae el caso bombas: sobreseimientos y juicios pendientes
- Reseñas: Libro “Armando Triviño: wobblie” y disco “Los anarquistas 1904-1936. Marchas y canciones de lucha de los obreros anarquistas argentinos”

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