jueves, 4 de marzo de 2010
Principia Chaotica: Magia del Caos para el Pandaemonaeon (Peter Carroll)
En la Magia de Caos, las creencias no se ven como fines en si mismos, pero si como herramientas para crear efectos deseados. Percatarse completamente de esto es afrontar una terrible libertad en la cual Nada es verdad y Todo está Permitido, lo cual es como decir que todo es posible, pero no hay certezas, y las consecuencias pueden ser desastrosas. La risa parece ser la única defensa en contra del concepto de que uno no tiene un verdadero ego.
El propósito de los Rituales del Caos es elaborar creencias que son representadas como si fueran ciertas. En los Rituales del Caos usted falsifica hasta hacerlo real, para obtener así el poder que una creencia puede ofrecer. Después, si a usted le quedan restos de tal creencia la reirá hasta hacerla desaparecer y buscará las creencias requeridas para cualquier cosa que usted quiera hacer posteriormente, hacia donde el Caos lo dirija.
De ésta manera el Caoísmo proclama la Muerte y Renacimiento de los Dioses. Nuestra creatividad subconsciente y nuestros poderes parapsicológicos son más que adecuados para crear o destruir a cualquier dios, ego, demonio u otra entidad "espiritual" en la que podamos elegir invertir o desechar creencia, al menos para nosotros mismos y algunas veces para otros también. Los a menudo sorprendentes resultados logrados al crear dioses por medio del acto ritual, comportándose como si existieran, no debería conducir al mago del Caos al abismo de atribuir realidad última a algo. Ese es el error transcendentalista, lo cual conduce al estrechamiento del espectro del yo. Lo estupendamente verdadero recae en el rango de poderes que podemos descubrir en nosotros mismos , aun si temporalmente tenemos que creer que tales efectos son causados por alguna "otra cosa", para poder crearlos. Los dioses están muertos. Larga vida a los dioses.
La magia atrae a aquellos poseedores de un enorme ego y una fértil imaginación sumados a una fuerte sospecha de que la realidad y la condición humana son un juego de alto nivel. El juego no tiene límites, y se juega por diversión. Los jugadores pueden hacer sus reglas hasta cierto punto, y pueden hacer trampa usando parasicología si lo desearan.
Un mago es uno que ha vendido su alma para obtener la posibilidad de participar de una forma más plena en la realidad. Sólo cuando nada es verdad, y la idea de un verdadero ego es abandonada, se vuelve todo permitido. Hay alguna precisión en el mito de Fausto, pero falló al considerar esto como su conclusión lógica.
Tan solo se requiere la aceptación de una sola creencia para hacer de alguien un mago. Es la metacreencia de que la creencia es una herramienta para lograr efectos. Este efecto es frecuentemente mucho más fácil de observar en otros que en uno mismo. Es fácil de ver cómo otras personas, y hasta culturas enteras, son tanto reprimidas como liberadas por las creencias que poseen. Las creencias tienden a conducir a actividades que que podrían llegar a reconfirmar la creencia en un círculo que ellos llaman virtuoso en lugar de vicioso, aun si los resultados no son gran cosa. La primera etapa de llevar a cabo el juego puede ser una chocante iluminación que nos dirije ya sea a un cinismo irritante o a una especie de budismo. La segunda etapa es la de verdaderamente aplicar el profundo conocimiento de uno mismo lo cual puede destruir la ilusión del alma y crear un mago. La comprensión de que la creencia es una herramienta en vez de un fin en sí mismo tiene consecuencias inmensas si es completamente aceptada. Dentro de los límites impuestos por las posibilidades físicas, siendo estos límites más amplios y maleables de lo que la mayoría de la gente cree, uno puede hacer real cualquier creencia que uno escoja, incluyendo creencias contradictorias. El Mago no se esfuerza por alcanzar la meta de una identidad limitante, mas bien él desea alcanzar la metaidentidad de poder convertirse en cualquier cosa.
Así es que bienvenidos al Kali Yuga del Pandaemonaeon en dónde nada es cierto y todo está permitido. Pues en estos días postabsolutistas es mejor construir sobre arenas movedizas que sobre la sólida roca que solo le confundirá el día en que se haga añicos. Los filósofos han llegado a ser no otra cosa que los guardianes de sarcasmos útiles, pues el secreto es en realidad de que no hay tal secreto del universo. Todo es Caos y la evolución no se dirige a ningún lado en particular. Es el puro azar quien rige el universo y así, sólo así, es buena la vida . Nacemos accidentalmente en un mundo aleatorio donde sólo las causas aparentes conducen a los efectos aparentes, y es muy poco lo que está predeterminado, gracias a Caos. Como todo es arbitrario y accidental entonces estas palabras quizás sean demasiado pequeñas y peyorativas, quizás deberíamos mas bien decir que la vida , el universo y todo es espontáneamente creativo y mágico.
Aceptando la realidad estocástica podemos exclusivamente movernos en definiciones mágicas de existencia. Hasta los caminos del exceso pueden conducirnos al reino de la sabiduría, y muchas cosas indeterminadas pueden suceder en la senda hacia el equilibrio termodinámico. Es en vano buscar tierra firme en la cual estar parado. La solidez es una ilusión, como lo es el pie que se para sobre ella, y el yo es la ilusión más borrosa de todas.
Las pesadas vasijas de la fe están agujereadas y naufragantes junto con todas los botes salvavidas. Entonces iría usted de compras al supermercado de la sensación y dejariá sus preferencias de consumidor definir su ego verdadero? ¿O robaría usted de una forma atrevida y alegre, los tesoros de las arcas de la creencia o de la sensación tan solo por diversión? Pues la creencia es una herramienta para lograr cualquier cosa que uno elija considerar importante o placentera, y la sensación no tiene otro propósito que la sensación. Entonces sírvase de ellas sin tener que pagar un precio. Sacrifique la Verdad por Libertad en cualquier oportunidad. La máxima diversión, la libertad y el logro requiere el hecho de no ser uno mismo. Hay un casi inexistente mérito en simplemente ser cualquier cosa que usted estuviera destinado a ser tan solo por el accidente del nacimiento y circunstancias. El infierno es la condición de no tener ninguna alternativa.
Rechace entonces las obscenidades de uniformidad irreal, orden y propósito. Cambie de dirección y afronte la ola gigantesca del Caos de la cual los filósofos han estado escapando despavoridamente por milenios. Salte dentro y salga surfeando su cresta, retozando en medio de los misterios e ilimitadas rarezas que reside en todas las cosas, por aquellos que rechazan falsas certezas . Gracias a Caos. Nunca lo agotaremos. ¡Cree, destruya, disfrute!
IO CHAOS!
Traducido por Kaosmos
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